Camisacos de mujer: La Guía de Compra Definitiva

Camisacos de mujer

I ¿Qué son exactamente las camisacos o camisas de vestir?

Tradicionalmente usadas por hombres y niños, los camisacos de mujer se convirtieron en una prenda femenina a mediados del siglo XIX. A pesar de que existen desde hace bastantes años, todavía se confunden a menudo con las blusas.

Para acabar con esta confusión, he aquí una lista de las características que definen a las camisas de vestir femeninas:

Abertura vertical totalmente abotonada.

Longitud correcta: el dobladillo debe ser lo bastante largo para llevar la camisa cómodamente metida por dentro o por fuera.

Confeccionadas con tejidos de algodón.

Mangas largas con puños a la altura de la muñeca.

Cuello adecuado.

¿Por qué es importante? Porque para beneficiarse de poseer y llevar una camisa de vestir, es bueno poder reconocerla cuando se va de compras.

II El FIT es el rey

En la moda de hoy en día uno puede salirse con la suya en muchas cosas, pero llevar ropa mal ajustada no es una de ellas. Incluso una camisa de vestir cara que no te quede bien juega en tu contra y te hace parecer torpe.

Cuando elijas una camisa de vestir para mujer, presta siempre atención a (1) el ajuste de la camisa Y (2) cómo se adapta a TU cuerpo.

  1. Ajuste de la camisa: Busca una camisa entallada.

Los mejores camisacos de mujer son entalladas, es decir, están diseñadas para seguir los contornos de la figura femenina. Una camisa entallada que te siente bien favorece tu cuerpo y te hace sentir segura de ti misma, independientemente de tu forma o talla. Le garantizamos que su aspecto será siempre elegante.

El exceso de tela y los grandes pliegues de la camisa no hacen sino amplificar la figura.

El ajuste de la camisa es adecuado para TI si:

✅ Te hace lucir bien, perfilando en general tu cuerpo sin resaltar cada bulto y curva;

✅ Te hace sentir bien, garantizando comodidad y libertad de movimientos.

Ten cuidado con estos 5 signos de un MAL ajuste (¡y evítalos!):

❌ No puedes dar un abrazo a alguien con tu camisa. Aunque parezca que la camisa te queda perfecta, si te ves incapaz de extender los brazos hacia delante con total movilidad, es muy probable que en realidad te apriete demasiado a lo ancho de la espalda. Prueba a abrazar a alguien. Si tus brazos te impiden hacerlo, es hora de optar por una talla mayor.

❌ Hay un hueco entre los botones de tu camisa. Si notas un hueco entre los botones, significa que tu busto está estirando la tela y tienes que buscar un ajuste mejor.

❌ Tienes que meter constantemente la barriga. Si tu camisa es tan ceñida que tienes que aspirar la tripa todo el tiempo que la llevas puesta, es más seguro que la consideres demasiado ajustada. Si no puedes espirar cómodamente y relajar el cuerpo, acabarás pareciendo mucho más tensa que sexy. Estarás mejor con una camisa más holgada.

❌ La camisa no se queda por dentro. Una camisacos de mujer que se desabrocha cuando estás corriendo es totalmente comprensible. Pero, ¿cómo queda cuando estás sentado? ¿Se te sube y se te ve la parte baja de la espalda? Si tu camisa es claramente demasiado corta cuando estás sentado, es hora de cambiarla por una que te quede más larga. 

❌ Tus muñecas quedan al descubierto. Una camisa que deja las muñecas al descubierto no es la mejor opción.