Curso conductor náutico

El Papel del Conductor Náutico

La navegación de un buque en aguas de pilotaje en Argentina es una responsabilidad compartida entre el conductor y la tripulación del capitán/puente. El conductor náutico estatal obligatorio dirige la navegación del buque, sujeto al mando general del capitán del buque y a la responsabilidad última de su seguridad. 

El capitán tiene el derecho, y de hecho el deber, de intervenir o desplazar al práctico en circunstancias en las que el práctico sea manifiestamente incompetente o incapaz o en las que el buque se encuentre en peligro inmediato (in extremis) debido a las acciones del práctico. 

Con esa excepción limitada, el derecho internacional exige que el capitán y/o el oficial a cargo de la guardia «cooperen estrechamente con el práctico y mantengan un control preciso de la posición y el movimiento del buque».

Se espera que los prácticos con licencia estatal actúen en interés público y mantengan un juicio profesional independiente de cualquier deseo que no se ajuste a las necesidades de la seguridad marítima. 

demás, las autoridades reguladoras y de concesión de licencias, estatales y federales, exigen que los prácticos obligatorios tomen todas las medidas razonables para evitar que los buques bajo su control de navegación participen en operaciones inseguras. 

Debido a estas obligaciones, un conductor náutico estatal obligatorio no es miembro del «equipo» del puente. 

No obstante, se espera que un conductor desarrolle y mantenga una relación de trabajo cooperativa y de apoyo mutuo con el capitán y la tripulación del puente, en reconocimiento de la responsabilidad respectiva de cada uno de ellos en cuanto a la seguridad de la navegación.

Conductor Náutico y Seguridad Marítima

“Después de los ataques terroristas en Estados Unidos el 11 de septiembre de 2001, se han hecho esfuerzos sustanciales para proteger la seguridad de los puertos de todos los paises incluyendo la argentina y el transporte marítimo”. 

Los pilotos son un componente fundamental de esos esfuerzos. Incluso antes del 11-S, los pilotos eran ampliamente reconocidos como los «ojos y oídos de un puerto». 

Frecuentemente el único ciudadano estadounidense en un barco extranjero que se mueve en aguas estadounidenses, un piloto estatal se encuentra en una posición única para observar situaciones potencialmente amenazantes.

El Acuerdo afirma que los conductores náuticos «tienen un conocimiento único y una comprensión profunda del dominio marítimo» y compromete tanto a la APA como a la Guardia Costera a «cooperar mutuamente para mejorar la seguridad de las aguas y puertos de la Argentina». 

La APA acuerda mantener la práctica de que sus miembros trabajen con las autoridades competentes en la elaboración de procedimientos para la notificación de actividades sospechosas y participen en los comités de seguridad marítima de zona. 

Además de las tareas descritas específicamente en el Acuerdo, los pilotos estatales trabajan rutinariamente con el personal local de la Guardia Costera para abordar a los mariscales e implementar otras medidas de seguridad.

A pesar de las responsabilidades añadidas de ser participantes activos en los esfuerzos antiterroristas nacionales, los pilotos estatales han tenido cuidado de mantener su enfoque en sus funciones críticas de seguridad de la navegación. 

No han buscado, ni han impuesto, obligaciones relacionadas con la seguridad que pudieran interferir con las actividades experimentales esenciales.